NUESTRAS PAREJAS IX

Este es el nuevo hogar de Tomate y Arlequín...

Aquí tenemos a Tomate

y aquí están Tomate y Arlequín

Tomate pidiendo comida a su macho...

Arlequín...

Tomate "echando un vistazo" al nido...

Por fin, hoy os presentamos una de nuestras parejas más especiales, está formada por Tomate (hembra) y Arlequín (macho), y se trata de una pareja de la que os hemos hablado bastante a través de otros post. A modo de resumen os diremos que Tomate es una hembra ancestral papillera (su historia completa la podéis ver en el post titulado TOMATE) y está emparejada con Arlequín, un macho jade, hijo de un Arlequín jade/turquesa y una Jade/turquesa, por lo que tiene muchas posibilidades (50%) de ser portador de turquesa, fue el primer agapornis que nació en nuestro aviario. A pesar de que no es papillero lo emparejamos cuando aún era muy joven con Tomate y hoy come de la mano de Carolina (os aseguro que tiene una enorme paciencia y un don especial para los pájaros). La pareja está perfectamente formada y muy unida. En su día intentamos soltarlos en la voladera, pasaron un tiempo prudencial en las jaulas de adaptación, sin embargo la experiencia fue nefasta, tanto Tomate como Arlequín estuvieron todo el tiempo desorientados, no sabían donde ir, y a pesar de que dieron bastantes muestras de carácter frente a los demás agapornis, no llegaron a adaptarse al sitio, en cuanto subía Carolina a verlos se tiraban hacía ella y comenzaban a pedirle comida, no los vimos comer en ningún momento, por lo que empezamos a dudar si había sido una buena idea soltarlos, lo más extraño es que Arlequín se había criado allí, sin embargo se mostraba igual de desorientado que Tomate. Al final decidimos capturarlos y devolverlos a su jaula, se tiraron de cabeza a la comida (no habían comido nada durante los dos días que estuvieron sueltos). Al principio Tomate estuvo bastante enfadada con Carolina y no la dejaba acercarse, aunque al final, con la paciencia que la caracteriza, volvió a ganarse su confianza.

Tras esta experiencia decidimos que Tomate y Arlequín no volverían a la pajarera, así que les compramos una jaula enorme y tras unas semanas de adaptación al nuevo hogar le hemos colocado el nido. Como os hemos comentado están muy unidos, hemos visto en bastantes ocasiones como Tomate hacía el avioncito a Arlequín y como este intentaba pisarla, le falta experiencia y se muestra muy torpe, monta a la hembra durante bastante rato, pero seguro que con el tiempo mejorara la técnica. Aquí tenemos otra gran pareja…